«UN MUNDIAL KÁRMICO»

Yo no sé nada de futbol, pero la competencia mundial de encuentro entre los países en este deporte es un evento que merece la pena reflexionar un instante lo que sucedió al equipo que representó a México.

Alguno de sus jóvenes integrantes visitó mi consultorio después del pasado mundial en Sudáfrica, desde entonces he puesto un poco más atención en este deporte. Un hermoso desempeño, nítido y honesto tuvieron estos jóvenes jugadores, trabajaron en equipo casi por primera vez, considero yo, no se apreciaron formas egocéntricas ni en cabelleras, ni en formas de celebrar los goles, ni tintes ni maromas. Una actitud pulcra ante los «insultos busca pleitos de los croatas», un entrenador que en su trabajo da la vida y ama a sus chicos.

Y claro después de apreciar la belleza de la selección, reflexiono en la contraparte vivida en el tercer partido frente a Holanda; trampas, exageraciones engañosas, busca ventajas, en fin una serie de actitudes y comportamientos que finalmente dieron como resultado un marcador en contra de Mexico.

Al reflexionar lo que había ocurrido y pensar por qué, vinieron a mi mente ideas como: «el que no transa, no avanza», los maestros de más de cien años que siguen cobrando en nuestro país, la alta corrupción que sufrimos en todos los niveles, desde el juguero que pone agua al «jugo de naranja puro y natural», la chica del aseo doméstico que no rompió las cosas, «así ya estaban»; al financiero que por sistema no puede hacer nada por el cobro doble de un cargo en tu tarjeta. Las clonaciones de tarjeta, los litros incompletos de gasolina, el abastecimiento de gas en que los piperos se vuelan un poquito. Los kilos que no son kilos. La venta de autos e inmuebles con cosas ocultas que conoce el dueño vendedor y no comunica al comprador. Los diablitos de luz, agua, el colgarse de los cables de luz; usar el internet o cablevisión de un vecino sin permiso. El no regresar libros o ya no pagar un préstamo; las mordidas, el lavado de dinero.

En una palabra: «traición», en una frase: «la ley del menor esfuerzo»; cierto es que este equipo mexicano no cometió nada de eso, sin embargo representaba a nuestro país, que independientemente de todas su belleza y virtudes, también debemos reconocer su lado obscuro. Desde esta reflexión sólo quiero invitar a apreciar el resultado: Holanda 2 – México 1, como una muestra y consecuencia de lo que implica regirnos por la ley del menor esfuerzo, en frases más étnicas «una muestra de nuestro propio chocolate».

Sé que seguramente tú como yo y como muchos, seguramente todos los que lean esto, vivimos en honestidad e integridad, sin embargo estamos en un país que funciona en mediana honestidad. Lo más triste de todo es que dificilmente llegaremos a darnos cuenta de esto, mucho menos a creer que una cosa se relaciona con la otra, todavía no entendemos que somos un todo y lo que hacemos en un lugar nos afecta en la familia; la forma de tratar a los empleados repercutirá en tu pareja o por un lado pides una pareja y por otro tienes una muy mala relación con tu familia o difícilmente haces amistades y te sientes sola, pero no quieres perdonar lo que te maltrataron de niña.

En fin, deseo que un día podamos todos pensar en ser lo mejor que podemos,todo el tiempo, con todos, siempre y en todo lugar; viviendo en congruencia con bondad y conocimiento de la espiritualidad.

Gracias Equipo Mexicano de Futbol por regalarnos los mejores partidos de una Selección Mexicana durante una Copa Mundial de Futbol. Gracias «Piojo» por el todo Amor que apreciamos en tu trabajo. GRACIAS MEXICO

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