Ambiente de trabajo, tu escenario de crecimiento espiritual

El ambiente que existe en el lugar donde trabajas influye en la satisfacción de los empleados y por lo tanto en la productividad, sea cual sea el giro: institución pública o empresa privada.

Cómo has de imaginar en un buen ambiente laboral se logran los objetivos del trabajo en todos los niveles, cubriendo la misión de la empresa respetando la visión de la misma. Sin embargo en muchas ocasiones no es fácil tener un ambiente laboral adecuado, ya que implica dedicación, tiempo y dinero en el mantenimiento de la armonía laboral; por lo tanto no es de extrañar que surjan situaciones de conflicto y malestar, que dan como resultado un bajo rendimiento.

Es importante considerar que somos seres humanos, y algo que nos distingue del resto de la existencia en nuestro planeta es el sentimiento, es decir la impresión espiritual que las circunstancias causan en el alma, circunstancias casi siempre externas a la persona; al estar interactuando continuamente con el medio ambiente, en cuanto al trabajo esta habilidad para tener emociones, en algunas ocasiones llega a afectar físicamente nuestro cuerpo: con gastritis, colitis, dolor de cabeza y migraña.

El ambiente laboral está relacionado con la habilidad de un director para guiar al personal a su cargo al logro de objetivos o metas de manera armoniosa y responsable, con respeto y calidez. Como casi siempre sucede en nuestro momento actual el trabajo se enfoca al dinero y se descuidan las áreas humanas, es frecuente descubrir que en la forma de trabajar y de relacionarse, las personas llegan a sentir conflicto, enojo y frustración; se vuelven competencias de egos, chismes, comentarios destructivos que no ayudan -ni de manera individual, ni como grupo- a crecer.
El ambiente laboral se relaciona con la habilidad del director, pero al mismo tiempo con los comportamientos de todos los empleados, con la forma de trabajar y de relacionarse entre sí. De tal forma que comienza hacerse más difícil la posibilidad de disfrutar un ambiente laboral adecuado, ya que influye el tamaño de la organización, su organigrama, la cantidad de niveles jerárquicos, puestos de trabajo, su división, cooperación, especialidad de funciones y tareas; así como la toma de decisiones y la posibilidad de desempeño centralizado o descentralizado hacia una autoridad.

Si a ello sumamos la comunicación dentro de la institución o empresa, los conflictos que aparecen y la forma en que se solucionan; así como la situación psicológica de cada trabajador, contemplando sus valores, actitudes y comportamientos, es de esperarse que en algún momento, en algún punto, el ambiente laboral se torne tóxico.

Con la complejidad del ser humano, a veces es difícil resolver alguna situación en el trabajo, más aún si consideramos el origen de la persona, es decir la natural necesidad de aceptación, reconocimiento y amor que cada ser humano trae en su esencia; por lo tanto puede ser muy frustrante para una persona mostrar su mejor desempeño y recibir silencio o desprecio por lo que está intentando hacer.

Tener situaciones inconclusas desde la niñez produce en muchas ocasiones que sea difícil superar algunos inconveniente y es muy probable que encuentre en su trabajo, la oportunidad para poder resolver lo que no hizo desde niño, sin embargo esto nunca es fácil y por ello es importante darte la oportunidad de revisar dentro de ti primero que afuera qué es lo que está pasando, yo te sugiero por decirlo en sentido figurado: guardar silencio, cerrar tus ojos y echar un vistazo a tu interior, porque recuerda que nada que no te corresponda te puede pasar a ti, quizás no lo comprendas y por ello te cause mayor conflicto, date la oportunidad de bucear en las profundidades de tu ser en compañía del amor perfecto dentro de ti que son tus ángeles guías para andar más fácilmente el camino de tus labores.

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